A medida que avanzamos en el 2024, se espera que el panorama económico global experimente una moderación en su ritmo de crecimiento, con una recuperación parcial proyectada para el 2025. En este escenario, la Reserva Federal (Fed) retrasará el inicio de su ciclo de flexibilización más de lo que se había anticipado. La desaceleración en la demanda global favorecerá la desinflación y podría llevar a recortes en las tasas de interés.
En este contexto, Uruguay enfrentará retos fiscales significativos en 2024. Aunque logró cumplir con la regla fiscal en 2023 por cuarto año consecutivo, mantener este cumplimiento será más complicado en el presente año, dado el crecimiento acelerado de los gastos públicos. El déficit fiscal se ajustó al 3% del PIB para el Gobierno Central y el Banco de Previsión Social en 2023, con un déficit total superior a los $114 mil millones, además de $75,813 millones en operaciones extrapresupuestarias.
No obstante, a pesar de estos desafíos, la economía uruguaya exhibe signos alentadores. BBVA Research prevé un crecimiento del 3.2% para 2024, impulsado por la recuperación del sector agrícola y el aumento del consumo privado. Esta mejora en el consumo es resultado de una desaceleración de la inflación que ha incrementado los salarios reales. Se estima que la inflación anual cerrará el año en 5.5%, y se proyecta que descenderá a 5.0% en 2025. El Banco Central de Uruguay mantiene su firme compromiso con la estabilidad de precios, y el mercado respalda sus decisiones de política monetaria.
Adicionalmente, se espera que el tipo de cambio supere los UYU/USD 40 en diciembre. La fortaleza del peso uruguayo se sustenta en fundamentos sólidos, incluidos los atractivos rendimientos de los activos en moneda nacional. No se anticipan correcciones significativas en términos reales para los próximos dos años.
En el ámbito laboral, la política implementada durante esta administración ha llevado a la creación de 76,100 nuevos empleos netos en 2023, en comparación con 2019. Además, por primera vez desde el establecimiento de los objetivos de inflación, se logró mantener una inflación anual dentro del rango meta durante todo un año, con un 4.1% en mayo de 2024, luego de una tasa del 5.1% en 2023.
En cuanto a las exportaciones, se proyecta un incremento del 15%, especialmente en productos como la celulosa. Por otro lado, las importaciones podrían disminuir ligeramente debido a ajustes en la generación de energía y la finalización de grandes proyectos de inversión.
El año 2024, caracterizado por ser electoral, traerá consigo desafíos adicionales para las finanzas públicas. Sin embargo, se estima que el déficit fiscal se mantendrá en torno al 3.6% del PIB. Uruguay sigue consolidándose como un modelo de crecimiento sostenible en América Latina, con una gestión económica responsable y oportunidades para implementar reformas estructurales que impulsen la productividad y el desarrollo a largo plazo.
Fuentes: BBVA Research , FED , BCU