En los últimos años, Uruguay ha experimentado un éxodo empresarial significativo, con la mudanza de CEOs de unicornios tecnológicos y otros 2.000 empresarios, especialmente del sector informático. Este fenómeno ha sido impulsado por condiciones favorables en el país, como un entorno financiero, impositivo y humano más favorable. Ahora, el éxodo se extiende al sector de franquicias, con empresas argentinas que están eligiendo Uruguay como destino para expandirse, atraídas por las ventajas que ofrece el país vecino.